LA MUSIQUE

(...)Esperé ocultado entre la gente, el espectaculo habia terminado pero yo "recien" habia empezado una cerveza. Tenia que volver al lugar de la torpeza para recuperar mi jersey y mi abrigo pero me daba vergüenza volver a cruzarme con ella sin nada suyo y conmigo en la palma de su mano. Crei que ya podia volver pero apareció justo enfrente y en un gesto de cobardia instantanea y valentia profunda me escondi entre los que compraban discos y camisetas del cantante que acababamos de ver. La cobardia fue por el lugar, el momento y la circunstancia (el cómo) la valentia por la elegancia, la gracia y el misterio (el qué) y quien sabe si tambien por el anhelo de otro lugar, otro momento y otra circunstancia.

- Tu que quieres?
- Pues.. dame el ultimo disco.... y tambien esta camiseta... la que sea de mi talla, la "S", supongo...
- La "M" no?
- Si, si.. 20 euros, verdad? - Dije con el susto en el cuerpo al verla salir de la sala de conciertos

Antes de ir a buscar mis cosas me encontre a una "vieja" conocida y con ella me tome unas cervezas en un bar cualquiera de una calle cualquiera en compañia de dos señores cualquieras que me resultaron mas interesantes que nadie en concreto. Politica, mundo, amor... de todo eso y mas, hablamos, sin la necesidad socialmente joven de encajar o formar parte. Con discursos serenos con capacidad para escuchar que son los unicos, lleven razon o no, que pueden ser compartidos y disfrutados. Fugaz y deliciosa charla en cualquier lugar y mas charla en otro lugar ya predispuesto.

De camino a casa, pensé en lo claro que tengo un par de cosas y como me hace ilusion haber tomado una decison firme sobre mi vida, y sobre todo, verme en condiciones de arriesgar de verdad. No arriesga el que hace senderismo sin botas ni chubasquero sino el que escala montañas con casco y cuerdas. De tanto mirar hacia arriba me han entrado ganas de probar. Y ahora que se que voy a hacerlo, que ando buscando ofertas en tiendas de alta montaña y me aprovisiono de alimentos deshidratados para aguantar "un año sin invierno" se que solo de esta forma puede ser que algo me sorprenda y a partir de ahi, quien sabe si bajar rios, arrancar percebes o pescar en lagos helados. En todo caso solo con subir esta montaña que me llama tendre la sorpresa asegurada al llegar a la cima. Y desde alli, seguir descubriendo ventanas, conociendo pajaros y aceptando regalos con forma de palabra. (...)



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