jueves, 3 de diciembre de 2009

COMIENZO NOVELA 1 (borrador)

"Tarde un año en conocer a mi vecino. Fue una noche de diciembre, estaba enfermo, metido en cama con fiebre. Llamaron a la puerta, no hice caso, pero insistieron tanto que acabe levantandome para ver quien me molestaba en un dia tan inoportuno. Era el. Sin que me diera tiempo a decirle nada se presentó:

-Hola mi nombre es Valentin Barreira... ya sabes que la paredes de este edificio son como papel y he creido conveniente hacerte compañia mientras la fiebre te hace sentir cosas que no entiendes ni conoces... Yo casi soy hijo de la fiebre.

Y paso a mi habitacion con una naturalidad abrumadora. En mi estado de debilidad, todo aquello me pareció de lo mas normal. Es mas, casi le agradecía que tuviera ese gesto, por fin, alguien hacia por mi algo que no habia pedido.

-Una infusion de las mias te vendra bien, esta hecha de aliento y sangre. - y sonrió de una forma que no dejaba demasiado claro si lo decia en broma o en serio, en sentido literal o figurado.

Cuando dijo esto me asuste un poco pero al instante me mareé, y al volver a abrir los ojos el me dijo:

- Ves como la necesitabas. - y se fue.


Despues de aquello me lo encontre varias veces en el descansillo de las escaleras, siempre en bata y zapatillas, despeinado, con barba de meses y con aspecto de cansado. Al contrario que yo, su aspecto, le hacia parecer mas mayor de lo que seguramente era. Muchas veces me paraba a charlar con el, le contaba que queria hacer algo de mi vida pero no sabia muy bien que y el me decia que algun dia escribiria un libro. "Escribiré un libro" lo decia sentenciando, con seguridad y firmeza, yo le pedia mas detalles, me parecia algo mas que interesante y el rehusaba hablar del tema cambiando el tono por completo como si quisiera quitarle importancia a lo que decia y a como lo decia, con una sonrisilla picara de "he logrado engañarte". Las charlas con él, me reconfortaban, me hacian sentir vivo, era un tipo con una capacidad tremenda para atraparte y seducirte con lo que decia y como lo decia. Sus reflexiones sobre la vida estaban llenas de la coherencia de los sabios pero su mirada al decirlas se perdia en el horizonte de los vencidos. Nunca entendí como alguien que entendia tan bien la vida podia vivir de esa forma, podia tener ese aspecto tan descuidado. Alguna vez le hice algun comentario al respecto y el me respondia diciendome que estaba disfrutando de la derrota o que no era mas que un niño asustado porque un dia se levantó y descubrió que era mayor. Curiosamente, yo siempre he querido ser mayor pero no soy capaz de serlo porque no recuerdo que hice antes de convertirme en hombre. No tengo conciencia de haber vivido la infancia.

Valentin era un tipo simpatico dentro de lo que cabe, se reia mucho de si mismo. Un dia, despues de ir de compras, al llegar a la puerta de mi casa, me lo encontré esperando. Sin mediar palabra cogio mis llaves de mi mano, abrio la puerta, se volvió de nuevo hacia mi, me cogió las bolsas y se fue directo hacia la cocina. Yo tarde unos segundos en reaccionar y cuando entré en la cocina me lo encontré sacando las cosas de las bolsas y colocandolas en sus lugares respectivos con una rapidez sorprendente mientras decia:

-A mi me pusieron Valentin porque sabian que iba a ser valiente pero muy poco, solo en distancias cortas como aquella colonia - se rie para el- sabian que mi dispersión haria que todos fueran mas rapido que yo, va-lentin- Me miró, y sin que yo dijera nada siguio:

- ¿Barreira? yo soy gallego y barreira en galego quiere decir barrera y tambien es el lugar del que se saca barro...no te digo mas. - y se fue, escondiendose al instante detras de la puerta de su casa.

A veces, me daba la impresion de que necesitaba un receptor para que reirse de si mismo no le resultara enfermizo, no le pareciera que estaba loco. Aquel dia nisiquiera tengo la certeza de que supiera con quien estaba hablando, ni que estaba haciendo pero el caso es que ese receptor debi ser yo durante el tiempo que duro nuestra peculiar relacion.


Cada vez que intenté animarlo para que hiciera algo, cada vez que le invitaba a salir por ahí, él ponía alguna excusa, me daba alguna razón por la que no lo hacia y yo me quedaba callado porque sus razones eran potentes, coherentes, llenas de sabiduría, una sabiduría que a mi me parecia incompatible con el ejercicio de vivir en este mundo.

Yo, mientras tanto, estaba viviendo un momento algo convulso en mi vida, tenia trabajo, casa y no me costaba encontrar alguna chica con la que pasar las noches en las que salía. Era un chico totalmente normal que había olvidado por completo sus sueños de adolescente, si es que algun dia tuve adolescencia. Mi vida era lo que pasaba cada dia y nada mas, era algo insulsa y sosa, de casa al trabajo y del trabajo a casa, borrachera por aquí borrachera por alla y poco mas. Me faltaba algo. Al conocer a Valentin sentí sensaciones encontradas, no quería ser como el pero lo envidiaba.

Hubo dias que me quede varias horas en el portal esperando a verlo bajar a por comida, esperando a que alguien timbrara en su puerta, esperando a que diera alguna señal que me permitiera comprobar que se trataba de una persona normal pero por mucho que lo intente nunca llegue a verlo fuera del descansillo que separaba nuestras puertas, es mas, nunca escuche un ruido o observe algún síntoma de vida en su casa. Era extraño y a la vez eso lo convertía en mas interesante. Poco a poco fuimos alimentando una especie de amistad que se basaba en pequeñas charlas en la puerta de mi casa, alguna vez que otra entro a tomarse un té, el solo bebía té, y entonces hablaba como si hablara para él pero atento con la mirada a que yo le prestara atención. A veces me contaba alguna historia, de forma muy dispersa, supongo que sobre su vida. Eran historias llenas de sentimiento, de aventura cotidiana, de viajes, de soledad, de sentirse vivo y muerto al mismo tiempo. Nunca las acababa, de repente al decir alguna palabra se quedaba mudo y ausente, palido y cariacontecido, cerraba los ojos con fuerza y se metia en su casa. Nunca llegue a saber si lo que me contaba era verdad o se lo inventaba. Valentin era un tipo que no parecia de este mundo.

El ultimo dia que lo vi me dio varias libretas. Me dijo que queria que las leyera mientras el se iba de viaje.

- Soy un caos, te advierto. Sabes... desde pequeño creo, o me hicieron creer, que querer es lo mas importante. Yo nunca supe como hacerlo. Es imposible querer a todo el mundo. Escribir es una forma de engañar, de hacerte creer que puedes hacer todo aquello que no eres capaz.

Esa libretas supongo que seran su vida, supongo que le hubiera gustado que alguien publicase lo que escribió...

(...)"




*

3 comentarios:

  1. Oye Fon, no se si te acordaras de mi por el nombre. Hemos coincidido a través de Gema Segura en un par o tres de ocasiones.
    Sigo tu blog a salto de mata desde hace tiempo y casi siempre encuentro un motivo para hacerte algún comentario pero por pereza lo dejo correr esperando hacerlos todos de un golpe un dia que nos veamos. Pero como pasa ya casi un año o más desde que coincidimos la última vez te dejo mi correo para ver si iniciamos el contacto.
    A ver si te animas y nos tomamos unas cañas pronto.
    ragtime@wanadoo.es

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  2. o- sí, hola buenos días
    a- sí, hola. se admiten 'especie de' 'críticas constructivas'? 'especie de impresiones personales'? 'especie de opinión para colaborar'?

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