CONTADOR DE PEDALADAS

Hace unos dias Alberto Contador ganó su segundo Tour. Un tour que llevaba un tiempo devaluado debido primero al aplastante domino de Lance Armstrong durante casi una decada y por los escandalos de dopaje posteriormente. Desde que el norteamericano dejo la competicion los españoles coparon el primer lugar del cajon de Paris durante tres años sin la repercusion mediatica que antaño. Todas ellas fueron victorias descafeinadas por descalificaciones de contrincantes o por la ausencia de los mismos. Este año volvió Lance y momentaneamente se aparcó el debate sobre el dopaje ( no digo que las dos cosas tengan que ver, pero...) Con la vuelta del ciclista que mas Tours ha ganado esta prueba recuperó el protagonismo mediatico e informativo que se merece. Y me alegro...

Me alegro porque el ciclismo es un deporte que tiene algo de poesia, un deporte epico donde los haya en el que se lleva la extremo el espiritu de sacrificio y superacion. Por ello veo casi, hasta logico, que sea un deporte eternamente bajo sospecha por el tema del dopaje. Pero bueno, los museos estan llenos de obras de drogadictos y alcoholicos y nadie dice nada.

Por mi horario de trabajo me fue imposible seguirlo, es mas, desde las epocas del "Chaba" Jimenez o Pantani ( que en paz descansen) ya no sigo con interes el ciclismo pero hace dos domingos, uno de esos domingo de estar en casa dejando pasar el tiempo, vi toda la etapa alpina que terminaba en el puerto de Verbier y volvi a emocionarme. En la subida de Verbier Alberto Contador ataco a todos sus adversarios y se fue directo a por la victoria de etapa y el liderato que no soltaria hasta los campos eliseos. Fue un ataque precioso, lleno de pundonor y rabia, como en los viejos tiempos (me da igual si se dopa o no). Me gustó porque Contador demostró determinación y valentia, algo que escaseaba en el ciclismo actual adormecido desde que Armstrong impusiera un control y hegemonia mas mediatica que deportiva. Contador gano la etapa y me entretuve observando el goteo constante de corredores por la linea de meta. Me gustó ver esos sprints entre tres o cuatro corredores que muchos minutos despues de haber llegado Contador disputaban los ultimos metros con rabia, con ganas de pasar primero que los que le acompañaban, competicion en estado puro, amor propio mas alla de lo que consigas. Fue bonito ver a tipos que llegaban con muchos minutos de retraso aprentando los dientes y levantandose de la bici en los ultimos metros despues de horas y horas sufriendo encima de la bicicleta. A los ciclistas les tengo cariño porque parecen deportistas de otra pasta. Sus declaraciones son diferentes a la de los demas, no se parecen a los futbolistas ni a los tenistas, son tipos solitarios que eligieron un deporte en el que el mayor enemigo eres tu mismo. No me digan que no es poesia pura...

Mas tarde cuando Contador subio al podio para celebrar la consecucion de su victoria me impresiono la expresion de su rostro que parecia sacada de una rave a las puertas del FIB. Me rei, parecia que se habia tomado algo, parecia que estaba pedo. Por un momento di por hecho que se habia dopado pero despues cuando volvio a subir para coger el maillot amarillo y lo vi mas calmado valore la posibilidad de que lograr una victoria asi puede producir una exaltacion en ti mismo mas grande que consumir cualquier tipo de droga. Fue increible, emocionante (si es que su gesto estaba provocado de forma natural) la rabia, orgullo y satisfaccion que denotaba el rostro de Contador mientras dos lindas azafatas le hacian entrega d e placas y flores. Su mirada trasmitia una fuerza y coraje exagerado. Es posible que Contador se dope, que todos en este mundo del ciclismo lo hagan pero a pesar de eso imagenes como las de aquel domingo me quedaran grabadas para toda la vida. Como aquella ascension del Chaba a un Angliru conquistado por la niebla o aquella escapada de Alex Zulle en algun Tour de algun año.

Me gusta el ciclismo, uno de esos deportes epicos que te gusten o no, te hacen soñar, aunque sea echando una siesta.




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