Una vispera de reyes de hace ya bastante años me cabreé con mis padres sin que ellos lo supieran. No me parecio bien que fueran tan tarde a darle la carta a los Reyes Magos. Aquella navidad pensaba que los Reyes Magos eran empleados de El Corte Ingles, ya empezaba a buscar logica en todo lo que rodeaba a aquella noche que tanto esperabamos todos los niños.
Eran las diez de la noche y mis padres aun no habian vuelto, mis hermanas esperaban impacientes con la mesa ya puesta para la cena y cuando mis padres llegaron a casa con sintomas claros de estres, me fije en los gestos que compartieron con mis hermanas, me fije que me miraban de reojo mientras yo jugaba en el suelo del salon con algun que otro objeto. Y crecí.
En sus miradas descubri que ellos dos eran los dueños de los camellos y las ilusiones. Y todo me encajó. En lugar de soltar mi gran descubrimiento a toda mi familia pense que decirlo seria mostrar de forma muy evidente que era un niño y preferi callarme para imitar a los mayores.
Durante la cena estuve mas callado de lo normal y en mi intento de engañarlos dije algun comentario referente a la ilusion que me hacia que esa noche vinieran los Reyes aunque ya sabia que los "Reyes" estaban delante de mi. En todo caso mi descubrimiento no era una certeza absoluta y durante esa cena llegue a la conclusion de que los Reyes si que existian pero evidentemente no podian ir a todas las casas en una sola noche. Aquel año pude entender lo que pasaba en mi casa pero aun no era capaz de negar lo que la primera, en la tele, me decia.
-"Vale los regalos los tienen Papa y Mama, debe de estar guardados en el coche, pero los que salen en la cabalgata de la tele son los reyes. Los Reyes verdaderos estan en la cabalgata de Madrid. Deben de dejar los regalos en el Corte Ingles para que los padres los recojan."-
pensaba.(podria jurar que recuerdo que fueron exactamente estas palabras)
La logica infantil me hacia entender lo que veia y notaba en mi familia pero en cambio aun era inocente como para pensar que los mayores se invetaban todo eso porque si, aun creia que todo tiene una explicacion que ir descubriendo mientras creces, aun no sabia que esta vida te obliga a inventarte cosas.
La cena termino y me costo no decir un "no hace flata que sigas con el cuento, que ya se lo de los reyes" como respuesta a los mandatos de ir a la cama "si los reyes te ven despierto no te dejaran regalos" me repetian.
Aquella noche me hice un poco mas mayor y mientras me hacia el dormido no tuve ilusion por levantarme a la mañana siguiente para disfrutar de lo especial que era encontrarse con todos los regalos mientras el frio del amanecer se metia en tu cuerpo descalzo. Tuve una risa picara porque estaba esperando a que todos se acostaran para bajar al coche a ver los regalos. Aquella noche perdi sueño y gane vida. Aquella noche aprendi a mentir. Mentir es una de esas cosas que tienes que saber pero esperas no tener que llevar a la practica nunca. Mentir es como un curso de primeros auxilios.
Me tentó coger las llaves del coche de mi padre en el bolsillo del pantalon que colgaba detras de la puerta del baño. Salir sigilosamente de casa, bajar acojonado en el ascensor, abrir el maletero del coche y ver que me habian comprado... Pensé: "me habian comprado"...
Al final acabe por crecer un poco mas, renunciando a la aventura en favor de la sorpresa. Decidi cerrar los ojos y quedarme con lo que me decia el presentador del telediario "Esta noche los Reyes Magos estaran repartiendo juguetes por toda España" y asi disfrutar de mi ultima mañana de Reyes. (Queda mejor "noche" pero las cosas siempre pasan por la mañana).... Pero aquella mañana ya no fue igual, no habia marcha atras posible. La aventura habia comenzado....
"Los Reyes de verdad estan en la cabalgata de Madrid" - pensé de aquella, me quedo guardado para siempre y ahora escribo desde una casita de Lavapies mientras los amigos que han venido a visitarme se acercan al museo de Cera. Ayer me encantó enseñarles las calles, las cañas y el teleferico pero hoy se ha puesto a llover, me acorde de aquel pensamiento y quise escribir que hace dos dias crei ver a uno de ellos andando como si nada por Madrid, parandose en los escaparates y utilizando las dos manos para agarrar un paraguas. A lo mejor no era uno de ellos pero desde que lo vi estoy intentando renunciar a la aventura en favor de la sorpresa....
"Lo que sientes es inclasificable pero lo que piensas siempre sale mejor poniendote limites. Casi siempre escribo sintiendo, pero esto lo he escrito pensando que habia cosas que no quiero contar"
(Curiosamente ninguna cancion acompaña bien a esto, quizas el ruido de aquella maquina de hacer algodones de azucar que no llego ni a carnaval....)
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"A caskiño y ro por venir a visitarme"
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viernes, 10 de abril de 2009
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