Nunca habia tenido vacaciones... Hoy, casi dos semanas despues de empezar a disfrutar de mis vacaciones y a escasos tres dias de volver al trabajo me doy cuenta. A veces me parecia raro que no hubiera programado ningun viaje, ninguna escapada, a veces, incluso me senti tonto cuando alguien me decia:
- ¿No vas a hacer nada?
No he ido a ninguna parte, en cierta forma provocado por mis ajustes presupuestarios que no dejan de ser una constatacion mas del hecho de que tengo una vida, esa vida que cuando la vives te pide descanso. Mi vida fue durante años un viaje constante, un viaje de aventurero, de busqueda y cuando esto cambió un poco cada vez que tenia unos dias libres los utilizaba para viajar, para ir a algun lado. Viajes que luego me di cuenta que no me apetecia hacer. En noviembre fui a Roma y no tengo la sensacion de que estuve realmente, no lo disfrute, fui.
Estos dias de asueto los he aprovechado para seguir el ritmo del sol a excepcion de alguna escapada nocturna que siempre partio del hecho de haber aprovechado el dia. Me he levantado pronto todos los dias, casi coincidiendo con la salida del sol y despues he disfrutado de hacer lo que me apeteció en cada instante: ordenar, limpiar la casa, tirarme una horita, tomar una cerveza con el sofa puesto en la ventana y poneme al sol, ir a alguna exposicion, estar con los amigos por estar, quedar con alguna gente casi desconocida, escuchar, prepararme deliciosas comidas,organizar mis ideas, arreglar papeleo, agobiarme al no hacer nada... Todo a mi ritmo, ese que se tiene que cambiar para poder vivir aqui, disfrutando de la soledad como el estado perfecto que muchas veces es, interpretando los cambio en mi estado de animo como una muestra de sensibilidad, entendiendo mis contradicciones como sintoma de que estoy vivo. De forma natural, esa que tiene mas de un desajuste. Para esto son las vacaciones, para coger fuerzas.
Ayer fui a un concierto. De camino a la sala Moby Dick con unas cervezas de mas en mi estomago senti algo curioso. Iba con los cascos y nada mas salir de mi casa con la satisfaccion de haber encontrado el final para el guion que estoy escribiendo, con la satisfaccion de haber avanzado mis proyectos en estos dias mas que en cuatro años, con la satisfaccion de darme cuenta de que es imposible contar nada pensando solo en uno, mire a los que se cruzaron en mi camino con un cariño casi infantil. En el metro senti como si viera a toda esa gente sin que yo estuviera alli y a la vez mi sensacion de cercania con todos era mucho mayor que nunca. La musica en mis cascos ayudaba... Me fije en las caras de tristeza, en los gestos de preocupacion, en las poses de desgana, en las miradas perdidas, me senti identificado con cada uno de ellos y eso me provoco mas de una sonrisa y alguna que otra mirada timida hacia mis pies.
Al llegar a mi destino sali del vagon antes de que las puertas se abrieran del todo y enfile las escaleras mecanicas mirando a mis perseguidores. El metro siempre parece una competicion, como si cada uno de los que lo utilizamos tuvieramos la necesidad de demostrar con nuestras carreras que estamos muy ocupados y tenemos muchas cosas que hacer. En las escaleras iba a adelantar a un señor con un baston que obstaculizaba el paso de los "comprometidos con el ritmo social" y sin saber muy porque me pare he hice mio el escalon que precedia al suyo. Alli me quede durante todo el trayecto de esas escaleras, enfocando fijamente mi mirada de camara de video en los que subian, bajaban, corrian. Las escaleras iban tan despacio que por un momento me senti ridiculo, me parecio muy simpatico dejarme llevar, no hacer nada para avanzar y a la vez ser consciente de que, aun asi, avanzaba con la ventaja de poder observar todo con mucha mas claridad.
Ya en la superficie segui siendo una camara de video que intentaba captar emocion observando los edificios altos de la castellana y dudaba si la banda sonora deberian ser mis cascos o el murmullo que salia del repleto Santiago Bernabeu. Antes de llegar a la puerta del Moby Dick mis cascos me regalaron una preciosa cancion que disfrute rodeando los coches que estaban aparcados en un parking al aire libre, no queria llegar donde estaban esperandome mis compañeros de concierto y tener que cortarla.
Al llegar donde estaba mi buen amigo me dio vergüenza comprobar que estaba con mas gente. Me puse nervioso y lo unico que pude decir es que lo sentia pero estaba un poco borracho. Mas que borracho estaba ausente de mi. Uno de sus amigos era una chica que conocia y a ella, al entrar en la sala, le conte que necesitaba un tiempo para volver al mundo real de relaciones verbales porque acaba de sufrir un episodio de aislamiento y aun me costaba ser comunicativo. Esto lo dije nervioso, sin dejar de buscar algo en mi mochila, abriendo y cerrando cremalleras.
En cierta forma me gusto ser sincero y decir lo que me pasaba, negar que muchas veces vivo desde fuera seria negar el guion que estoy escribiendo, no tengo porque cambiar, solo tengo que asumirlo con total naturalidad. Es una caracteristica mas del que escribe.
El concierto comenzo y mi amigo se acerco hacia delante a saludar a unas amigas y cada cierto tiempo me senti solo y al rato excesivamente acompañado. Uno de estos ultimos momentos se debio a que me fije en una mujer. Una chica de unos treinta con el pelo rizo, un vestido precioso y una forma de estar mientras se liaba un cigarro lleno de seguridad y seduccion. Nada mas sentir esto, supe que su novio andaria por ahi, el cual aparecio al rato convirtiendo la seduccion general de la chica en cariño personalizado en su hombre. Al rato, ya totalmente metido en un concierto que estuvo bien pero fue mas acompañamiento de mi estado que protagonista de el, me acerque a mi amigo porque queria compartir con alguien. Un giro de mirada me hizo ver que a su lado estaba "ELLA" (ella cambia de cara con cada estacion y este invierno ella era esa cara de mirada triste y sonrisa adolescente) me llevé un susto:
- Me quedo aqui contigo... oye estoy donde antes... Le solte a mi amigo
Él, algo estrañado, se acerco minutos despues a mi cobijo entre la gente y me pregunto que me habia pasado, se lo conte por encima y me quede en un lugar suficientemente lejos para no tener que decirle nada a ELLA y lo suficientemente cerca para poder verla. Hubo un cruce de miradas con sonrisa incluida, y la duda que se forma entre lo real y lo que te imaginas volvio a bloquearme. Este bloqueo duro lo que tarde en volver a mirar a la mujer con su novio.
Durante el concierto no puedo negar que estuve esperando a que se acercara, eso no paso y al terminar el concierto me entretuve hablando con una de esas chicas guapas que se marean solas y al rato la sala estaba casi vacia y ELLA no estaba. Curiosamente me senti bien porque aquello era lo que tenia que pasar. Muchas veces cuando estas escribiendo un guion de una pelicula te olvidas que en la vida no hay ninguna escena que sobre, no hay ninguna escena que se pueda cortar. Se te olvida que las peliculas tiene que contar algo en lo que dura un concierto pero cada concierto solo es un indicio de lo que pasa realmente.
Puede llegar a ser enfermizo y que no me ayude demasiado a la hora de relacionarme pero que lo que escribo tenga relacion directa con lo que vivo me ayuda a entender mejor las relaciones entre la gente. Esta ultima ELLA me ha enseñado muchas cosas sin que ella sea consciente. La he puesto a parir puertas adentro como a nadie en mi vida y esa libertad que me he dado para sentir desproporcionalmente pero sin fuegos artificiales que puedan quemar a quien no tiene la culpa de que tu veas la vida de otra forma me hace ver que me sigue gustando a pesar de no entenderla a pesar de no saber nada de ella, son cosas que pasan, tendran o no sentido pero pasan.
Es de una soberbia poco practica intentar entenderlo todo y cuando te das cuenta de eso, sabes que aunque no sea lo mas justo muchas veces es mejor quedarse callado. Cuando lo que sientes, piensas, o haces te crea dudas lo mejor es dejar que todo eso descanse dentro de ti.
La mente tambien debe descansar, la mente soporta mucha carga pero funciona mejor a poca potencia. Mi mente a su ritmo, igual de frenetico que cuando la fuerzo, me ha regalado una caja de colores aun por inventar (como me gusta esta frase, y como se nota que ahora mismo escucho mucho a Los Planetas) donde guardar esas cosas que me pasan que no tengo que analizar porque no son parte de la pelicula, cosas que ella solita es capaz de entender o asimilar como la duda. Eso me permite centrarme en resolver las dudas sobre una pelicula que llevo intentando escribir desde que un dia el sol me quemo la mejilla. La pelicula necesita esfuerzo y compromiso, va creciendo en mi, la vida necesita descanso y reflexion, va sucediendo aqui. La primera es totalmente mia pero en la segunda existen mil y un directores diferentes que complican, sin querer, el argumento. Porque las relaciones en si son muy sencillas pero nunca estan solas siempre hay mas cosas que se escapan a nuestro control y eso no es malo, es la unica forma de ser.
Mi ilusion con respecto a mis proyectos crece a la par de la capacidad de abstraerme de mi vida al ser yo, como todos ustedes, un simple actor secundario con mucho que decir pero casi nada que mandar.
Las vacaciones, no siempre son en Agosto....
.
.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario